En mi tarjeta de visita de la productora Desorden (hace ya mucho de aquello) incluía la expresión “films d’art” como una forma de identificar el tipo de cine que hacía. Cortometrajes con un profundo sentido literario, planos estáticos, actores de formación teatral, incluso una puesta en escena excluyendo la cuarta pared… El mejor ejemplo de aquella estética fue “La lluvia y los hongos”, una adaptación (casi) textual que hice en 1998 del cuento de Mario Benedeti. Pues bien, diez años después, mientras se está editando “
Imperdibles:
martes, 8 de julio de 2008
Films d'art
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